¿QUIÉN SE ROBA MI AGUA?

 Se acaba el agua para Cajamarca

¿Cómo es eso de que Cajamarca, tierra de lagunas y manantiales, se está quedando sin agua? Es un mal sueño o me parece haber visto gente haciendo cola detrás de una cisterna, forcejeando por un baldecito de agua. Ya nos advertían los ambientalistas, hasta el cansancio: “llegará el día que nos quedaremos sin agua” y eso mismito está ocurriendo ahora (ver figura 1)

Figura 1. Reparto de agua en cisterna a cargo de SEDACAJ año 2024

                          Fuente: Municipalidad provincial de Cajamarca

Las ligeras lluvias de estos días, nos han devuelto la esperanza de abrir los caños y después de tanto tiempo, tener por fin un poco de agüita, sin embargo, ¿Qué sucedería si deja de llover o si los veranos se alargan más, año a año?. En el clima ya no se puede confiar y lo cierto es que el agua escasea de forma alarmante. 

Pero, para saber porqué está faltando el agua, primero debemos comprender dónde “nace realmente” y cuál es el camino que sigue para llegar hasta nuestros domicilios; Cajamarca utiliza las aguas del río Mashcón, en su mayoría;  y el Maschón ¿Desde dónde recoge sus aguas? Las comunidades aledañas a Cajamarca y en casi en toda la región se abastecen con aguas captadas directamente desde los manantiales ¿Y cómo llega el agua a los manantiales?


¿De dónde viene el agua para Cajamarca?

¡De la lluvia, de dónde más! Claro que sí, el agua que consumimos, es agua de lluvia que cae en las alturas, en la jalca; allí “la madre tierra lo cría y nos entrega” en puquios y lagunas; recién de allí baja hasta nuestras casas.

Al respecto, mi chochita Antuca, una mujer mayora y sabia, nos decía: Las aguas que tomamos bajan de la jalca, en la jalca los waltes [ichu], las quinuas y toda plantita, abrigan cada chirapita [gota de agua] y lo crían en su tierra negra;  la tierra negra son como esponjas que se llenan con la lluvita, llenitas llenitas quedan con la agüita, cosa que en verano, poquito poquito lo van largando [soltando]... Claro que cuando llueve hay agualón pero en verano las agüitas de las tierras negras dimanan [afloran] en las lagunas y los puquios y diai bajan por las quebradas, por los ríos y así la agüita llega al pueblo y a las chacras, a todo sitio hasta que se divisa en las lejanías” (ver figura 2)

 Figura 2. Imagen de una subcuenca del Crisnejas evidenciando el rol de la jalca en la siembra y cosecha de agua

Fotografía: Pedro Ramírez Gutiérrez

Mi Antuquita, describe con maestría los servicios ambientales del ecosistema de la jalca y la infraestructura natural que permite la siembra y cosecha de agua a la que los ingenieros llaman “cuenca hidrográfica” de la cual depende el abastecimiento de nuestra agua y por tanto debemos cuidar, porque como toda infraestructura al sufrir daños o alteraciones deja de funcionar correctamente.

Bien decía mi colega, el ingeniero Mestanza: “En la cabecera de la cuenca un simple picotazo genera una alteración, porque si de un picotazo arrancas una pajita, esta dejará de captar su cuota de lluvia y en consecuencia la cantidad de agua disminuirá en la cuenca”. Caray, si un picotazo genera daños en la jalca, ¿Cómo será con catarpilas [maquinaria pesada] y explosivos que usan las mineras para derribar cerros completos?


La cuenca hidrográfica del río Mashcón

Para nuestro caso, las aguas que tomamos nacen realmente en la cabecera de la cuenca, en las inmensas jalcas cajamarquinas, es allí donde puquios y lagunas dan vida al río Grande el cual se junta con el río Porcón (a quien también lo alimentan más puquios y lagunas); formando el río Mashcón  a quien, más abajo, se unen los ríos Paccha y San Lucas y de allí la Empresa Proveedora de Servicios SEDACAJ S.A., capta parte de sus aguas para el consumo poblacional.

Se puede decir entonces, que el agua que llega al caño de mi casa, no viene de una represa o pozo tubular; el agua viene de la jalca, de lagunas y manantiales y son los ríos quienes lo transportan y distribuyen, tal como escribía Leonardo da Vinci: el agua es la sangre de la tierra y los ríos sus venas por lo que si falta el agua es porque  alguien lo está robando en alguna parte de la cuenca o está dañando la cuenca misma.


¿Quién diantres se está robando el agua? 

Bien clarito el asunto, cuando SEDACAJ, en su comunicado de Facebook (9 de setiembre del 2024) dijo: La captación del río Porcón se encuentra con un ingreso de 0 litros por segundo... y las captaciones río Grande y río Ronquillo continúan disminuyendo”, rápidamente me pregunté: ¿Será que los puquios y lagunas se cansaron de entregar sus agüitas, como para que el río Porcón se haya secado? ¿Las tierras negras de la jalca  se habrán escurrido del todo o quizá ya no hay tierras negras? Hasta aquí, es claro que el problema se encuentra en la fuente, es decir en la cabecera de cuenca. ¿Y al respecto, qué dice la autoridad? 

SEDACAJ, afirma que no hay agua por: “ausencia de lluvias aguas arriba de la captación”, y como casi no les creo, le pregunté a mi chochita Antuca, quien nos aclara: “Pa darse cuenta, cuando llueve el Mashcón tiene sus aguas turbias color chicha, de lo que la lluvia lava las chacras de todos esos sitios por onde pasa; pero cuando no llueve sus aguas son cristalinas porque vienen de los puquios ... Por eso, sea año lluvioso o año seco las agüitas de la tierras negras ay están guardaditas pal verano y como nunca estiaño se han secau limpio.  

¿Será entonces que los de SEDACAJ, no entienden o no quieren entender el rol de la jalca en el abastecimiento de agua durante la ausencia de lluvias?, ver figura 4. 

 Figura 4. Siembra de agua en la jalca

Fotografía: Pedro Ramírez Gutiérrez
 

Y claro, algunos “doctores en la práctica”, que casi nunca faltan, dicen que no hay agua porque el cambio climático está alejando las lluvias; otros incluso le echan la culpa al crecimiento poblacional porque como ahora somos más hartos, el agua ya no alcanza para todos, así dicen ... Respetamos sus opiniones pero ninguna convence.

Lo cierto es que, con o sin cambio climático; para muchos o para pocos, el agua está siendo afectada y se ha convertido en un bien escaso sin el cual no se puede vivir y este año lo hemos sentido más que otros años, con los ríos secos a SEDACAJ no le quedó otra que repartir agua en cisternas para no dejarnos morir y claro, si los ríos se secaron fue porque la cabecera que daba agua a la ciudad de Cajamarca ha sido severamente dañada por las actividades mineras y ya no está funcionando.

Por ello acudo otra vez, a mi Antuquita, que ha vivido y sufrido de todo, que me responda quién diantres está jodiendo el agua y ella en su experiencia confirma: “La agüita lo han secau las minas hijito, las minas con su ambicia por el oro, lo han acabau las jalcas, a la lagunas lo han secau, la laguna Yanacocha porjemplo y ya ni se sabe onde era; los puquios, pajonales, tierras negras, todo lo han derribau, nadita, nadita han dejau, de manera que así llueva arto o llueva poco las agüitas no tienen onde criarse y al no criarse, se van las lluvias y se acaba el agua... Sin jalca hijito, estamos condenaos a sufrir por agua tal como pasa estiaño, ay taitito mi preocupación son ustedes yo ya estoy vieja, pero ustedes qué vida pasarán”, ver figura 5.

Figura 5. Antes y después de la laguna Yanacocha, con la intervención minera

Fuente: Voces de la Madre Tierra

En efecto y como lo advertía el colega Mestanza, el daño a la cabecera de cuenca es la causa real de la escasez y esto es responsabilidad de la minería que sin importarle las consecuencias ha destruido la jalca, dañando irreparablemente a la fuente donde nacen las aguas, sino veamos las evidencias.

Primero, ha destruido la jalca y sus tierras negras que críaban el agua de lluvia. Minera Yanacocha se sitúa en la cabecera de la cuenca del Mashcón y extiende sus operaciones en 7674 hectáreas las que antes fueron jalcas, puquios y lagunas, afecta directamente a las cuencas del Jequetepeque; Llaucano y Crisnejas; el río Grande, que pertenece a la cuenca del Crisnejas, es el más perjudicado y a su vez, el que más agua aporta para los cajamarquinos (más del 70%).

El ingeniero Carlos Cerdán, en el año 2015; calculó que el área afectada a la cuenca del río Grande fueron más de 3117 hectáreas, esto es casi la mitad de la jalca de la cual colectaba sus aguas y le daba vida; sin embargo hoy esas jalcas se han convertido en desiertos, tajos y cerros artificiales; generando la muerte del río  Grande y cómo no, Yanacocha en su afán de demostrar "responsabilidad social y ambiental", bombea aguas reutilizadas en 4 tubos con las pretende ocultar la muerte del río Grande   (ver figura 6). Qué desgracia más grande lo ocurrido a la naciente del río Grande, lo que antes eran aguas cristalinas de manantiales hoy son aguas tratadas de la minería, esa es la responsabilidad social y disque sostenibilidad de la minería.

Figura 6. “Naciente actual" del río Grande, principal proveedor de agua para Cajamarca

Fuente: GRUFIDES

Segundo, la poca agua que nos queda, nos quita para sus operaciones, la minera Yanacocha consume más agua que todos los cajamarquinos juntos, y para captar estas aguas necesita más jalcas, que a cálculos de Cerdán superarían las 32 662 hectáreas. ¿Pero cómo se lleva  estas aguas  si las comunidades allí acentuadas no lo dejan? Pues muy fácil, del subsuelo y por bombeo.

En el documento titulado Gestión del agua en Yanacocha (2011) (p.37) la misma empresa reconoció que "tiene permisos de uso de agua subterránea otorgados por las autoridad competente de aproximadamente 570 litros por segundo, sin embargo esto no significa que Yanacocha consume toda esa agua ya que la mayor parte es bombeada, tratada y descargada directamente a la misma cuenca". Esta es una verdad a medias dado que Yanacocha solo se encuentra obligado (Resolución de la ANA),  a entregar 237.9 litros por segundo en periodo de estiaje comprendido entre Junio a Setiembre, es decir menos de la mitad de lo que tiene autorizado extraer. 

Pero esto no es todo, entre Octubre y Noviembre del 2022, Yanacocha cerró la compuerta del dique en el río Grande dejando sin agua a los Cajamarquinos, hecho que le generó una sanción administrativa por afectar el derecho del uso del agua a sus titulares.  


Tercero, como resultado de sus operaciones ha desaparecido lagunas y manantiales; efectivamente, en el año 2007 y por exigencia de la Junta de Usuarios de la cuenca del río Mashcón, el INRENA (que hacía las veces de la autoridad del agua) elaboró el “Inventario de fuentes de agua superficial de la cuenca del Mashcón”, registrando, a esa fecha, 1139 (mil ciento treinta y nueve) fuentes de agua; de las cuales 1041 (mil cuarenta y uno) eran manantiales que alimentaban a los ríos Grande y Porcón.

En ese documento el INRENA anotaba de que al año 2002, en pleno despegue de las operaciones mineras de Yanacocha, el río Mashcón todavía tenía un caudal promedio de 2189 litros por segundo; agualón como decía mi Antuquita, sin embargo este año (2024) en algunos tramos ya no se sabía ni por dónde pasa el río, seco totalmente.

Al año 2022 la Autoridad Nacional del Agua (ANA) inventarió nuevamente las fuentes de agua, encontrando solo 854, es decir desaparecieron 278 manantiales y 25 quebradas; la mayoría alimentaban a los ríos Grande y Porcón. En tal estudio la ANA determinó que el caudal de los manantiales de la cuenca aportaban solo 213 litros por segundo; mientras que al año 2007 el caudal fue de 2189 litros por segundo, es decir el caudal se redujo en 1975 litros por segundo, cantidad que podría abastecer a casi 4 tantos la población actual de Cajamarca.

Con estos datos la cosa está más que demostrada y ante la escasez los reclamos no se hicieron esperar. Arana (2023) en su trabajo denominado: “30 años de afectación al derecho al agua en Cajamarca”, recoge desde el año 1993 hasta la actualidad, las denuncias por contaminación y escasez de agua como resultado de las operaciones de la mineras, en tal documento se resaltan las burlas, escusas y lavado de manos con que se defiende Yanacocha, negando, desde luego, toda responsabilidad; como muestra citamos la respuesta que dio a la fiscalía cuando lo acusaron de contaminar las aguas: Nuestra empresa no está contaminando las aguas y tampoco las contaminaremos en el futuro”.

La conclusión es que la destrucción de la cabecera de cuenca es la verdadera razón por la cual no tenemos agua. Yanacocha es quien se roba el agua desde donde nace,  a vista y paciencia de las autoridades. 

Ahora,  si con Yanacocha, sufrimos escasez cómo será cuando los proyectos Michiquillay y Colpayoc se ejecuten, felizmente a Conga lo paralizamos; pero, ¿Cuántas miles de hectáreas más de jalca deben destruirse, cuántos manantiales más deben desaparecer para tomar conciencia? 

Así las cosas, los cajamarquinos no podemos cerrar los ojos ante tamaña agresión y es momento de poner las manos en el pecho y tomar las acciones que correspondan. Sin minerales se vive, sin agua, no.

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